sábado, 21 de julio de 2012

Busquemos causas no culpables.

BUSQUEMOS CAUSAS NO CULPABLES: Si al momento de analizar insistimos en buscar culpables, solo acabaremos en una inútil y vergonzosa feria de descalificaciones que ahondaran nuestras diferencias y entonces si acabaremos con el partido, reconozcamos cada quien nuestra responsabilidad, pues la derrota es multifactorial, la búsqueda de culpables a lo mucho satisface el deseo de venganza y una mezquina oportunidad de reposicionarse indebidamente, la búsqueda de causas con madurez, nos llevará al aprendizaje y enmienda, sin perjuicio de poner orden y asumir consecuencias. NUESTRA IDENTIDAD ES DISTINCION, NO PRESUNCION. Estoy convencido de que mucha gente dejó de votar por el PAN porque ha dejado de ver panistas (ser panista es una forma de ser no solo de pensar) y por otra parte las nuevas generaciones no solo no conocieron al PRI que combatimos sino que desconocen al PAN del que nos enamoramos, urge volver a ser distintos y distinguibles frente a los ciudadanos. EL PROBLEMA DEL GOBIERNO: No sólo es si “apoyaron o abandonaron”, sino si supimos comunicar los incuestionables logros, el problema es que jugamos a la estadística tecnócrata antes que a la sensibilidad humanista, nos pasamos doce años peleando por espacios federales que muchas veces jamás llegaron, en lugar de mostrar ser mejores gobernantes no solo mejores administradores, la pregunta es: ¿cambiamos el modelo económico para pasar realmente de una economía liberal a una economía social de mercado? ¿Cambiamos el asistencialismo por la subsidiariedad?¿buscamos tener más ciudadanos libres, responsables y críticos o nos disputamos solo la clientela electoral?¿qué hace diferente a nuestros gobiernos de los de otros partidos? ¿jugamos a cambiar el gobierno o a mantener el poder aunque nos acercáramos cada vez más a lo que tantos años criticamos? Esto más allá de la falibilidad humana y la dificultad del entorno. LA SELECCIÓN DE CANDIDATOS: Elección o designación, esa no es la disyuntiva, el asunto es si postulamos a los mejores según la sana afinidad y la sincera conciencia, pensando en qué quiere la sociedad y que nos representa como opción política, tan criticable la designación facciosa y autoritaria como la elección por medio de clientelas electorales que se corrompen con las prácticas que antaño criticamos y combatimos. Peor aún la permanente judicialización y falta de oficio y acuerdo político o la confusión de equilibrio con reparto mezquino de cuotas, es decir, no podemos seguir siendo un PRI “chafa” que corrompe la democracia al interior y es incapaz de operar al exterior, ni un PRD “Ligth” que confunde equilibrio y pluralidad con un reparto tribal sin causa social, que nos aleja de la camaradería castrense. LA APERTURA PARADOJICA: “Abrir el partido” es algo que todos piden de palabra y nos oponemos en los hechos, sin duda hay que abrirnos a la sociedad, pero no para perder identidad llenándonos de oportunismo y mezquindad, abrirnos significa que la sociedad tenga acceso a nuestra doctrina, ideas y propuestas, pero sobre todo encuentre una forma limpia y generosa de hacer política. Se trata de “empanizar” al que llega o bien demostrar que somos lo que el “panista sin credencial” busca en su inquietante sacudida de conciencia. No podemos seguir “examinando” al ciudadano para “entrar”, antes bien debemos estar prestos a aprobar a diario el examen que nos haga el ciudadano. Resulta preocupante como “requisitamos” hasta el cansancio al ciudadano que desea estar con nosotros y “adoptamos” con el mayor pragmatismo a quien aun sabiendo que no cree en el PAN nos resulta “rentable electoralmente”. El problema no es que lleguen ciudadanos al partido, sino que lleguen prácticas, ideas y actitudes ajenas a nuestros principios. MILITANCIA ES CARTA DE RESPONSABILIDAD NO TITULO DE PROPIEDAD. El PAN nació y deberá seguir siendo, más allá de si se es gobierno u oposición, un instrumento de los ciudadanos para hacer de la política la gesta del bien común, un espacio de formación ciudadana responsable, y un medio de acceso legítimo y democrático a la responsabilidad pública, ser militante significa pues, asumir el compromiso de que el partido sea siempre eso y no una simple franquicia electoral con beneficiarios que enarbolando militancia se consideren propietarios de la misma. De tal suerte que el simpatizante y el adherente son momentos de encuentro y formación, más la militancia requiere compromiso de vida, para vivir los principios, difundir con testimonio de vida nuestra doctrina y generosidad para compartir y multiplicar las voluntades a favor de esta bella causa, la disciplina no es sometimiento al autoritarismo, sino congruencia y autolimitación al exceso, generosidad en la colaboración y respeto sin vulgar servilismo. VOLVER AL ORIGEN. No significa ser solo un partido testimonial, aunque tengamos que iniciar reconstrucciones con ello, significa más que vocación de poder, vocación de servicio, amor por la Patria y por el prójimo, o más bien hacer del PAN el espacio donde se busca que la política sea un permanente acto de amor al prójimo evitando el dolor evitable por medio de la acción responsable y solidaria, trascender más allá de lo electoral, que la cita electoral sea sólo el momento de evaluar el avance de nuestra misión y no una engañosa cita con nuestro destino, nuestra brega es de eternidad, no porque estemos dispuestos a la frustración eterna, sino al contrario, porque la persona humana es el centro de toda actividad política, su propia naturaleza inacabada y trascendente, atemporal y permanente obliga a la revisión diaria de nuestro actuar y a proponer y en su caso ejecutar políticas públicas que contribuyan al desarrollo integral de las personas, que nuestro objetivo sea la mayor felicidad posible basada en el esfuerzo propio y colectivo, la paz social y el encuentro constructivo con quien piensa diferente. RECONSTRUYAMOS DESDE LO LOCAL. No podemos pensar en regresar a la Presidencia de la República, si no iniciamos recuperando la confianza del ciudadano desde lo local, desde donde sin dejar de ser el hogar ya es la Patria, desde el Municipio, existe un fuerte desarraigo de la ciudadanía, que muchas veces dejó de ver lo que fue tan atractivo y distintivo en otras épocas. Buscar delegaciones y abandonar los municipios fue parte de este desarraigo. La participación y formación ciudadana, la postulación de candidatos cercanos a los ciudadanos y afines al partido es un deber pero también una oportunidad, ir por los mejores y acercarlos al PAN, hacer causa ciudadana con jóvenes y mujeres, ir por un objetivo incluso electoral, es más factible cuando se piensa desde lo local, de los grandes alcaldes surgieron nuestros exitosos gobernadores y de ahí si podemos pensar en una victoria cultural que sustente nuestro retorno electoral. LA DOCTRINA NO LO ES TODO, SIN LA DOCTRINA NADA SOMOS. Nuestra formación permanente pasó a ser “cosa de la fundación” y no distinción que enorgullece, nos quejamos de todo, prácticas antidemocráticas, excesos, grupos facciosos, corrupción y pérdida de identidad, más poco nos ocupamos de fomentar y mantener lo realmente nos distingue, no se trata de “hacer de un problema aritmético una discusión casi teológica”, más tampoco podemos perdernos en la natural vorágine del ejercicio del poder, Si por principio de doctrina admitimos que somos cuerpo y alma, pues el alma se nutre de nuestra doctrina y permite que la acción del cuerpo sea efectiva y deseable, podemos perder el poder y si mantenemos nuestra doctrina, tenemos identidad, causa y razón de existencia, pero si perdemos la doctrina aunque ganemos el poder nuestra causa se verá perdida y habremos defraudado a quienes nos dieron origen. Solo a la luz de los principios y valores podemos someter en justicia una discusión sincera y provechosa, solo con la doctrina podemos hacer causa común a pesar de nuestras naturales diferencias e incluso de nuestras propias debilidades, nuestra doctrina debe ser pensamiento en acción y no plática de añoranza, es ahí donde encontramos esos motivos espirituales que nos acercan a la grandeza de miras y nos alejan de la mezquindad, es lo único que nos hace distintos y distinguibles, hay que retomar nuestra formación permanente con la responsabilidad de que nuestros principios y valores solo tienen sentido con la acción decidida en la vida pública, no es romanticismo sino razón de existencia, ello nos retornará a la congruencia en la lucha por la libertad, la democracia y el bien común. PERDER EL GOBIERNO SIN PERDER EL PARTIDO. Creer que la vida del PAN está sujeta a un refrendo sexenal, solo puede admitirse si no se conoce el origen, historia y destino de Acción Nacional, ninguna derrota es motivo de festejo, más tampoco sometimos la victoria a reflexión, “ganar el gobierno sin perder el partido” fue una convocatoria a una responsabilidad suprema, si fuimos o no capaces de hacerlo, es algo que los ciudadanos ya nos lo juzgaron, lo que sigue es “no condenar el destino a la anécdota” , de nada servirán cambios de dirigencias sin cambios de actitudes, ni cambios de estatutos sin voluntades para respetarlos, cierto es que un partido sin gobierno puede ser estéril en su acción política pero también un gobierno sin partido carece de identidad y termina por perder la confianza de los ciudadanos, es momento de unidad en torno a lo que debe ser común y provechoso, la derrota es común pero no necesariamente provechosa, lo mismo la victoria, lo único realmente provechoso es una vocación sincera y real de servicio que se manifieste con acciones concretas, legítimas y limpias, dejamos de ser oposición y dejamos de ser gobierno, es más somos hoy, oposición, gobierno y cogobierno, en consecuencia lo que nos une es una pluralidad reconciliada en la causa del bien común, del bien de México, despojados de mezquindad y dispuestos a que reconociendo nuestras debilidades, errores y mezquindades, sin dejar de reflexionar reiniciemos el camino, no hay tiempo de llorar más una derrota, es tiempo de mostrar lo que en verdad somos, si estamos dispuestos a asumir este reto, el que no gobernemos no significa que ya no tengamos a cargo el rumbo del país, al contrario, desde el Congreso deberemos impulsar las reformas que siempre hemos exigido, sigamos por el rumbo del gradualismo que construye y no del radicalismo que aniquila. Hay Gobiernos locales que esperan mucho más de nosotros y hay nuevos retos electorales que enfrentar, pero sobre todo hay más de doce millones de mexicanos que creen en nosotros y no podemos defraudar, pero sobre todo hay muchos millones que aún no votan y sería criminal no darles una buena razón para ello, por estos últimos, nuestros hijos, “sigamos continuando”. CARLOS ALBERTO MORENO ALCANTARA

domingo, 8 de julio de 2012

La ley de la selva en México

El león falleció ¡triste desgracia! Y van, con la más pura democracia, A nombrar nuevo rey los animales. Las propagandas hubo electorales, Prometieron la mar los oradores, y… aquí tenéis algunos electores: Aunque parézcales a Ustedes bobo Las ovejas votaron por el lobo; Como son unos Buenos corazones Por el gato votaron los ratones; A pesar de su fama de ladinas Por la zorra votaron las gallinas; La paloma inocente, Inocente votó por la serpiente; Las moscas, nada hurañas, querían que reinaran las arañas; El sapo ansía, y la rana sueña Con el feliz reinar de la cigüeña; Con un gusano topo Que a votar se encamina por el topo; El topo no se queja, más da su voto por la comadreja; Los peces, que sucumben por su boca, Eligieron gustosos a la foca; El caballo y el perro, no os asombre, Votaron por el hombre, Y con dolor profundo Por no poder encaminarse al trote, Arrastrábase un asno moribundo A dar su voto por el zopilote. Caro lector que inconsecuencias notas, Dime: ¿no haces lo mismo cuando votas?