miércoles, 28 de marzo de 2012

De la Pluma de Tomás Trueba Gracián

“NO DESEAMOS LA VICTORIA PARA NOSOTROS, QUEREMOS LA VICTORIA PARA EL BIEN DE MÉXICO, PORQUE ESTAMOS CONVENCIDOS DE QUE LO QUE NOSOTROS PROCLAMAMOS NO ES UNA VERDAD CIRCUNSTANCIAL, SINO UNA VERDAD ETERNA, Y ESTAMOS CONVENCIDOS DE QUE LO QUE NOSOTROS AFIRMAMOS ES PARA EL BIEN DE MÉXICO”
Manuel Gómez Morín 1939
Ahora es el momento verdadero de vivir la Doctrina de Acción Nacional, ahora es un momento crucial para que nuestro Partido, con sus principios, ética y capacidad humanista, reafirme su calidad y capacidad de gobernar. Pero lo primero es sabernos gobernar nosotros mismos, tener una capacidad de, como decía Castillo Peraza, aplicar la ética de la libertad, es aplicar la ética del perdón, tenemos la obligación de rescatar la verdadera identidad panista, dejar atrás el apetito personal y la obsesión de ganar por ganar.
Yo creo que sin ética política, sin claridad para captar los valores molares de la misma, si no vivimos para el servicio, estamos de sobra en Acción Nacional.
Acción Nacional, nace de una ideología, de una fe, de la democracia, no de un pragmatismo único, por eso nuestras acciones y reflexiones deben ser humanistas, ética.
Solo una persona que tiene un cargo público, si tiene autoridad moral, más fácilmente promoverá la ética política.
El primer compromiso ético—político de alguien que aspira a dar servicio a México buscando el bien común desde el PAN, es conocer ¿Qué es el PAN? S doctrina, sus principios, sus valores.
En el corazón de la crisis global que atormenta a la humanidad, hay una crisis fundamental de valores, que a su vez lleva a una falta aguda de liderazgo moral en todos los niveles y dimensiones del quehacer humano, sean éstas, sociales, económicas, políticas y ambientales. Sin embargo, si hubiera un tiempo en la historia en que el mundo entero estuviera con mayor necesidad de un liderazgo moral efectivo, es ahora; porque esta es la primera vez en la historia que la vida de toda raza humana está en peligro.
La Necesidad del Liderazgo en este Momento Histórico
Vivimos en un momento especial de la historia humana, el cual se caracteriza por dos grandes procesos. El proceso de desintegración lleva a los múltiples problemas sociales que vemos a nuestro alrededor. El proceso de integración se fundamenta en el principio de la unidad de la humanidad y busca nuevas formas de trabajar juntos para construir una sociedad de paz, justicia y unida.



AHORA UNAS LÍNEAS SOBRE PODER, AUTORIDAD, ÉTICA, LIDERAZGO:
Autoridad moral” es un concepto difícil de aplicar, por que al parecer la autoridad moral no surge de la calidad de autor o representante del autor, sino del propio actuar. Así, alguien carecería de autoridad moral cuando pretende que otro se comporte de una forma en que él mismo no ha sido capaz de hacerlo.
Sé congruente entre lo que dices y lo que haces. Tal vez éste sea uno de los aspectos más contundentes que le dan autoridad moral a un líder. Lo contrario lo debilita.
La autoridad moral se conquista con la coherencia entre el hacer y el ser; es el resultado de una práctica efectiva de los valores, las decisiones libres y racionales.
La fuerza de la autoridad se halla en la autoridad moral, conquistada no por decretos o investiduras externas, ni mucho menos por imposiciones o castigos, sino por la coherencia entre el decir y el hacer, entre el hacer y ser. La autoridad moral no puede ser fabricada ni exigida.
Es el resultado de un proceso interior en quien detenta la autoridad, por el cual él mismo lucha por los valores que desea transmitir.
La autoridad no esta en primer lugar para mandar, organizar, coordinar, sancionar o controlar. Su primer papel es el de encarnar un ideal y conducir hacia él. La fuerza motriz para el cumplimiento de tal papel es la actitud de servicio, la actitud paternal. La importancia de la autoridad moral como energía que despierta la participación de todos en la gestión del bien común.
Solo la autoridad moral puede ganarse por el servicio desinteresado a los demás, el derecho a ser obedecida con buena voluntad y a recibir la cooperación y la adhesión de sus subordinados.
El poder es la facultad que tiene una persona o institución para mandar o ejecutar una cosa. El poder se adquiere y se da por una sociedad, todas las clases de poder que hay, tienen algo en común, y esto es que se dan debido a que existen sociedades que están de acuerdo en que alguien tenga el control de su campo social.
La autoridad tiene su origen en la necesidad de tener un orden en la vida social, ya sea para administrar la justician los bienes y las relaciones sanas entre los individuos que conforman una sociedad.



Desde el punto de vista ético-moral, la responsabilidad es la necesidad moral que tiene la persona que ha faltado al cumplimiento de actos que son suyos hechos de manera libre y consiente es decir aquellos actos en los que ha puesto en juego su voluntad, libertad y conocimiento
La desvinculación de la ética con el poder, signo de nuestro tiempo, nos ha traído la desconfianza en los políticos. El poder ha perdido legitimidad y la ética se limita a pregonar valores inmutables.

La ética se ha convertido en un tribunal atemporal. Es un anacronismo. La ética, o es parte de la práctica del poder o pierde su lugar en la vida. Un poder sin ética, es un poder sin autoridad. La amalgama entre el poder y la ética, legitima el principio de autoridad. Una definición clarificadora (Alexandre Kòjeve): “ la autoridad es la posibilidad que tiene una persona o grupo, de actuar sobre los demás, sin que estos reaccionen en contra, pese a ser capaces de hacerlo”.
La Ética estudia que es lo moral, como se justifica racionalmente un sistema moral y como se ha de aplicar esta después a los distintos ámbitos de la vida social y en la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro, en pocas palabras estudia la bondad o maldad de los hechos humanos, ya que la principal regla de la Ética es: “Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti”.
Con esto podemos concluir que el poder, la autoridad y la ética van de la mano una con la otra, ya que para tener poder y autoridad sobre una sociedad y que esta lo acepte, se necesita tener una actitud ética, responsable y moral sobre nuestros actos ya que estos no nos repercutirán solo a nosotros si no también a los demás.
“El ejercicio de la democracia debe respetar los principios éticos y morales vinculados a la promoción del bien común, en la conciencia de que sin estos principios no se puede construir una sociedad democrática estable y menos lograr un desarrollo social sostenible e inclusivo que garantice el bien común.
YA TENIENDO ESTOS PRINCIPIOS VAMOS AL LIDERAZGO:
En el proceso de integración, en vez de hablar de líderes, hablamos de liderazgo. Un líder es una persona que tiene una posición especial dentro de un grupo. En cambio, el liderazgo es ejercido por todas las personas del grupo quienes ayudan al grupo a cumplir con sus funciones. Cuantos más miembros de un grupo ejercen este tipo de liderazgo, mejor funcionará el grupo. Enfocar al liderazgo de esta


forma tiene muchas ventajas. Da buena acogida a las ideas e iniciativas de todos, porque reconoce que las capacidades y la energía de cada persona son necesarias para transformar a la sociedad. En vez de ser moldeada por las fortalezas y debilidades de una sola persona - el líder - la organización se aprovecha de la visión, las capacidades y la energía de todos sus miembros.
No se necesita tener ninguna posición para ejercer el liderazgo moral. Más bien, el liderazgo moral no busca ninguna posición o reconocimiento. Únicamente busca servir al bienestar común.
El Liderazgo Moral
El marco conceptual del liderazgo moral se fundamenta en seis elementos básicos:1) El espíritu de servicio2) El propósito del liderazgo: la transformación individual y la transformación social.3) La responsabilidad moral fundamental: la búsqueda y aplicación de la verdad.4) La nobleza del ser humano5) La trascendencia.6) El desarrollo de capacidades.
Una persona que conscientemente orienta su vida de acuerdo a estos seis elementos, ejercerá un liderazgo moral en la sociedad, en cualquier nivel en que se desenvuelva: en la familia, en el colegio o el trabajo y en las organizaciones a las cuales pertenece. No necesita tener una posición formal de liderazgo. Para que su liderazgo sea más eficaz y penetrante, también necesita desarrollar ciertas capacidades del liderazgo moral. Algunas de estas capacidades, tal como la capacidad de manejar los asuntos con rectitud de conducta, tienen una dimensión moral en sí
Un líder moral es un ejemplo para otros en el lugar de trabajo.
El liderazgo moral se describe cómo los líderes a tomar decisiones de acuerdo a las creencias sobre el bien y el mal. Ellos tomarán las decisiones morales y éticos en base a su interpretación de los valores de la organización.
Los invito a meditar y compartir estas líneas

Tomás Trueba Gracián